Diferencias entre transcripción y traducción

¿Has pensado alguna vez en las diferencias entre transcripción y traducción? Aunque tienen ciertos parecidos, la realidad es que transcripción y traducción son dos servicios distintos. Como tales, cada uno de ellos requiere técnicas diferentes y debe utilizarse en situaciones distintas.
La transcripción consiste en la transformación de audio o video a un texto escrito. Así pues, el transcriptor tiene que escuchar o visualizar el material y luego anotarlo palabra por palabra en un documento de texto. Este tipo de servicios son útiles para entrevistas, discursos, conferencias y demás materiales multimedia con el fin de archivarlos y/o editarlos. La traducción, por otra parte, implica la transformación de un texto de un idioma a otro. El traductor se encarga de tomar un documento en un idioma y convertirlo al idioma deseado sin alterar su significado original. Este servicio es útil para comunicarse con audiencias multilingües, para crear contenido en múltiples lenguas o para localizar sitios web o aplicaciones.
¡Te explicamos las diferencias y similitudes entre traducción y transcripción!
En este artículo te lo explicamos en detalle las diferencias entre transcripción y traducción. ¿Estás preparado? !Vamos allá!.
¿Qué es la transcripción?
La transcripción es el arte de poner por escrito un archivo de audio o vídeo. Los periodistas, por ejemplo, utilizan habitualmente las transcripciones cuando cubren eventos o entrevistan a alguien.
Las transcripciones suelen mostrar la jerga, el dialecto y la forma de hablar de una persona. Sin embargo, según el contexto, una transcripción puede estar escrita de manera más informal o formal.
Existen varios tipos de transcripción según su finalidad:
Dependiendo de la finalidad de la transcripción encontramos distintos tipos:
Transcripción literal
Tal y como su nombre indica, es la transcripción que recoge literalmente todas las palabras y sonidos, incluyendo errores, muletillas (como “es decir”, “¿me explico?”, “o sea” …), palabras sin acabar, etc. Este tipo de transcripción es la que se usa, por ejemplo, en juicios, donde cualquier detalle, por trivial que parezca, puede ser relevante.
Transcripción natural
La transcripción natural es más flexible, ya que elimina todo aquello que se considere irrelevante. De este modo, la información aparece intacta pero presentada de un modo más profesional. Este tipo de transcripciones suelen usarse en formaciones, reuniones, congresos, etc.
Transcripción fonética
La transcripción fonética reproduce los sonidos mediante símbolos que la persona pueda pronunciar en su idioma. El ejemplo típico es el de alguien que tiene que pronunciar un discurso en otro idioma que no conoce. La solución que se le ofrece es escribir el texto tal y como se pronuncia para que pueda leerlo con facilidad, aun sin saber lo que está diciendo.
¿Qué es la traducción?
Tal y como indica la RAE, traducir es “expresar en una lengua lo que está escrito o se ha expresado antes en otra”.
Es decir, a grandes rasgos, traducir es comprender el significado de un texto en un idioma, llamado texto origen o “texto de salida”, para producir un texto con significado equivalente en otro idioma, llamado texto traducido o “texto meta”.
¿Qué diferencias entre transcripción y traducción?
La transcripción y traducción forman parte de un proceso de comunicación en el que se busca la eficiencia y la comprensión del mensaje. La mayoría de las veces incluso se complementan. Por ejemplo, alguien puede traducir un documento transcrito o bien transcribir una traducción verbal.
Sin embargo, es importante señalar que la transcripción y la traducción difieren en un aspecto clave: mientras que la transcripción es simplemente un registro escrito de algo que ha sucedido, una traducción es una especie de creación de contenido. Es decir, la traducción siempre será fiel al documento original, pero su objetivo es que el contenido final sea comprendido de la misma forma que el de origen. Debe transmitir naturalidad, alejándose de la traducción literal, más propia de los traductores automáticos gratuitos.
Traducir algo no consiste solo en escribir palabras equivalentes entre los idiomas. ¡Es mucho más que eso! Traducir es una forma de transmitir mensajes a otro público objetivo, que tiene sus propios aspectos culturales. Esto es lo que matiza el trabajo de un traductor.
Como profesional, un traductor necesita comprender las características del público al que se dirige, por lo que debe adaptar el contenido traducido y así asegurarse de llegar hasta él.
Transcripción y traducción para empresas
Desde el punto de vista empresarial, tanto la transcripción como la traducción son extremadamente importantes y pueden aportar muchos beneficios a una marca.
Las transcripciones, por ejemplo, pueden ser una forma valiosa de registrar las reuniones y entrevistas importantes que se llevan a cabo en la empresa. En cuanto a la traducción, es un concepto fundamental para las marcas que quieren crecer y conquistar otros mercados. ¡Es la clave de la comunicación! ¿Y cómo hacerlo si no se conoce el idioma de las personas a las que queremos vender nuestros productos o servicios?
Es indudable que, para entrar en nuevos mercados, una empresa debe traducir sus contenidos de forma eficaz y de calidad. En este sentido, existen aspectos importantes que hay que tener en cuenta a la hora de traducir contenidos.
Localización
La localización es el proceso de adaptación de un producto o contenido para que llegue a una audiencia local de un modo que entienda y con el que se identifique, sin afectar a la imagen y mensaje global de la marca o empresa.
El objetivo es dar la sensación de que un producto o contenido ha sido creado específicamente para ese mercado, sea cual sea su lengua, cultura o ubicación. En este sentido, es habitual que los profesionales se basen en aspectos culturales o formas de hablar para mejorar la localización de un texto. Solo así se garantiza que el cliente al que va dirigido reciba de forma natural el mensaje que quiere transmitir la marca.
Es importante tener en cuenta que la localización también se lleva a cabo en países que hablan el mismo idioma. Por ejemplo, un contenido diseñado para los Estados Unidos no se escribirá igual que uno para el Reino Unido. Del mismo modo, un contenido destinado a España no será el mismo que uno escrito para Latinoamérica.
¿Qué tipo de servicio necesito? ¿Transcripción o traducción?
Una vez hayas tomado la decisión de traducir un contenido específico, es el momento de entender qué tipo de servicio necesitas exactamente. Hoy en día, existen un sinfín de servicios de traducción en el mercado, como la traducción técnica, financiera, médica y jurídica, entre muchos otros. Por eso es importante entender tu producto y el tipo de traducción que necesitas para empezar a traducir el contenido.
Tanto la transcripción como la traducción son herramientas que pueden generar grandes beneficios para una empresa. Sin embargo, para que esto ocurra, es importante tener claro estos dos conceptos. Por un lado, las transcripciones son registros escritos de reuniones, audios o vídeos, que pueden utilizarse como una forma de recoger datos sobre las decisiones tomadas y la trayectoria de la marca. Por otro, las traducciones pueden ayudar a una empresa a internacionalizarse y traspasar fronteras.
En ambos casos, tanto las traducciones como las transcripciones deben realizarse de forma profesional por una empresa de traducción de confianza. Solo así se podrán obtener beneficios reales.
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