Soy bilingüe, ¿puedo ser un traductor profesional?

Traductor profesional

Muchas veces pensamos que por el simple hecho de dominar a la perfección dos idiomas estamos totalmente capacitados para realizar cualquier tipo de traducción. Pero lo cierto es que esto no es así. Un traductor profesional no solo debería dominar dos idiomas a la perfección para traducir, sino que va mucho más allá.

En el artículo de hoy te contamos cuáles son las cualidades fundamentales que todo buen traductor profesional debe tener para destacarse en el área y garantizar un excelente trabajo a sus clientes.

El traductor profesional, ¿nace o se hace?

Hoy en día la traducción y, por consiguiente, la figura del traductor profesional sigue siendo desconocida para mucha gente. Sin embargo, la figura del traductor está presente en nuestro día a día sin que seamos conscientes de ello. Suele decirse que una buena traducción es la que pasa inadvertida, pero lo cierto es que detrás de este trabajo hay un traductor con una larga formación, experiencia y cualidades que convierten su trabajo en un producto final brillante.

Tendemos a asociar la traducción con los idiomas y al traductor con personas que han pasado estancias en algún país extranjero y saben francés, inglés, italiano, alemán…

El traductor profesional no solo “conoce la lengua”, sino que la domina hasta tal punto que la hace suya. Además, conoce la cultura y las costumbres asociadas a su idioma de trabajo profundamente. Para ello, y respondiendo a la pregunta inicial, un buen traductor profesional se hace, ya que debe formarse profesionalmente cursando un Grado oficial en Traducción. Hay que tener en cuenta que la carrera de Traducción no es un curso para aprender idiomas; el objetivo final es que los alumnos aprendan a traducir, por lo que la lengua en que uno traduce ya debe venir aprendida de casa.

Además de la formación, ¿cómo debe ser un buen traductor profesional?

Traducir de una lengua a otra es el más delicado de los ejercicios intelectuales; comparado con él, los otros acertijos, del bridge al rompecabezas, parecen triviales y vulgares. Tomar un fragmento en griego y traducirlo en inglés sin derramar una gota ¡qué agradable destreza!” Cyril Connelly.

Para ser un buen traductor profesional no basta con dominar idiomas y haberse formado para ello, sino que debes tener algunas habilidades innatas o adquiridas que te ayudarán a brillar en esta profesión tan apasionante. ¡Veámoslas!

Buena redacción

Es muy importante redactar bien y tener una buena capacidad para expresarse en diferentes estilos y registros. Así como poseer una mente analítica que permita detectar posibles contradicciones y distinguir una frase apropiada de otra que no lo es tanto. Además de la capacidad de redacción, el traductor profesional debe tener el don de  síntesis para ser breve y evitar redundancias innecesarias.

Curiosidad

No podemos olvidarnos de la curiosidad a nivel intelectual que debe poseer un traductor profesional ante cualquier temática.

Evidentemente los traductores no tienen por qué conocer todos los vocablos a los que se enfrentan; pero sí conocer en profundidad los recursos a su disposición (glosarios, bases de datos, etc.) para poder documentarse y así encontrar respuestas a dudas que puedan ir surgiéndole.

Detallista

Un traductor profesional debe tener la habilidad de obsesionarse con la precisión, ya que eso le permitirá mejorar la calidad de sus traducciones. El profesional de la traducción no cambia el sentido de las palabras de una frase solo porque ‟le suena mejor”, sino que lo hace pensando siempre en su público objetivo.

Especialista

Los traductores profesionales pueden saber de cualquier tema, pero no de todos los temas. Cuando se acumulan años de experiencia, lo que tiene más sentido es enfocarse y especializarse en un tipo de traducciones determinadas. De esta forma se conseguirán los mejores resultados de traducción. Nuestro consejo a aquellos que busquen un buen traductor profesional es que huyan de los traductores que son especialistas en todo. Es mejor confiar en traductores profesionales nativos que sean especialistas de la temática a traducir: textos financieros, legales, de marketing, etc.

Precisión

Para asegurar la calidad de la traducción, el traductor profesional es capaz de hacer una revisión minuciosa de su trabajo. Los errores ortográficos, de sintaxis o de redacción son identificados con precisión. Además, el buen traductor procura que la presentación de su traducción sea impecable.

Puntualidad

El traductor profesional conoce su propio ritmo de trabajo y sabe cuánto tiempo le llevará realizar una nueva traducción. Así se organiza para tener listo el material en tiempo y forma, incluso con anticipación. No sirve de nada ser buen traductor, si no se entrega la traducción de forma puntual, en el plazo pactado con el cliente.

Por último, y no menos importante, el traductor profesional debe ser una persona resolutiva, con espíritu emprendedor y organizada, capaz de hacerse cargo de proyectos inesperados en cualquier momento. Las habilidades interpersonales como la buena comunicación y el compañerismo también son muy importantes.

En AT Language Solutions contamos con 8000 traductores profesionales nativos, ubicados por todo el mundo y especializados en sectores concretos. De esta forma, garantizamos la calidad de las traducciones, adaptándonos al 100 % a las necesidades de nuestros clientes. ¿Hablamos?

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ATLS

Escrito por ATLS

Empresa de traducción y marketing digital
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