Traducción técnica y traducción científica

La traducción técnica y la traducción científica se utilizan hoy en día frecuentemente, pero, ¿son realmente lo mismo?, ¿el trabajo que se hace es igual? Lo vemos a continuación.
¿Qué es la traducción técnica?
Dentro del sinfín de traducciones especializadas que existen, la traducción técnica es aquella que se hace de textos con una elevada presencia de sobre una temática.
Este tipo de textos suelen tener una serie de rasgos comunes:
- Siempre se refieren a una disciplina científica
- El autor es un especialista en el tema
- Los documentos de este tipo suelen tener una estructura rígida
En la práctica se solicita este tipo de traducción para documentos técnicos como manuales, guías de usuario, fichas técnicas, patentes y presupuestos, entre otros.
Requisitos de un traductor técnico
Esta traducción es compleja y exigente, requiere de unas capacidades concretas por parte del traductor. Su doble dificultad, lingüística y técnica, hace que estos precisen, además de un dominio nativo del idioma de destino y de una amplia experiencia, de un profundo conocimiento sobre la temática.
La habilidad técnica y profesional del traductor aportará una mayor fidelidad del documento traducido respecto al original, gracias al uso de la terminología adecuada. El traductor técnico debe estar totalmente al día de las posibles modificaciones terminológicas o apariciones de nuevos términos, haciendo más fácil y rápida la traducción, además de otorgar una garantía profesional y de calidad.
Tips para una buena traducción de textos técnicos
- Comprender el contexto: es vital conocer el target, entender lo que se quiere transmitir con el texto y su aplicación.
- Documentarse y estar a la última: antes de la traducción, el traductor debe profundizar en el tema para evitar posibles errores. Además, debe tener glosarios y saber dónde acudir si tiene dudas para agilizar la traducción.
- Siglas, abreviaturas y acrónimos: puede suceder que entre diferentes áreas de conocimiento haya coincidencia de siglas para designar diferentes realidades. Hay que conocer las convenciones de escritura de estos elementos (con o sin punto, mayúsculas y minúsculas, espacios, etc.).
- Unidades de medida y cifras: debe realizarse una correcta escritura de las cifras en las lenguas de destino y también realizar las conversiones necesarias para que el texto sea comprensible.
Traducción científica
La traducción científica es, al igual que la traducción médica, una de las ramas más delicadas, ya que requiere un trabajo muy minucioso por parte de los traductores. En este sentido, los traductores especializados entran en juego para darle coherencia al texto y que quede perfectamente traducido.
Lenguaje científico
Uno de los retos más importantes para los traductores especializados en este ámbito, es el lenguaje científico, que tal como se desprende de su propio nombre es escrito por científicos, y se produce en ámbitos relacionados con la medicina, la ciencia o la tecnología. El lenguaje científico es académico, culto y teórico. Además, tiene la finalidad de transmitir conocimientos, perspectivas o hallazgos, y aquí solemos encontrarnos mayormente con artículos científicos, ensayos, libros de texto y tratados. El público objetivo será el colectivo científico y académico en general, y en el caso concreto de la divulgación, un público general culto.
Traducción técnica y traducción científica
En definitiva, es habitual que estos dos conceptos se utilicen de forma un tanto confusa, dando a entender que la traducción técnica se refiere solo a ámbitos científicos, y que la traducción científica guarda relación con documentos científicos. Pero en realidad, la traducción técnica y la traducción científica pueden ser distintas o pueden complementarse. Como siempre, todo depende del texto a traducir, ya que el lenguaje científico y el lenguaje técnico se distinguen por su función, por el público al que van dirigidos, el ámbito en el que se dan y el tipo de textos que originan.
¿Necesitas una traducción técnica? ¿Quizás una traducción científica? ¡Hablamos!