El coste de los errores de la traducción

Errores más comunes en la traducción de una web

La manera en la que se realiza la comunicación interna y externa de una empresa transmite, tanto a los empleados como a los potenciales usuarios, su profesionalidad y atención al detalle. La comunicación al vender un producto o servicio, por ejemplo, condiciona la confianza y la decisión final del usuario.

Errores lingüísticos en un sitio web

La página web de una empresa es su carta de presentación: expone quién es, a qué se dedica, cuáles son sus productos o servicios, sus clientes, etc. El hecho de que un usuario se encuentre con errores ortográficos, gramaticales o de traducción, afecta negativamente a la imagen de marca que este recibe y a la percepción de la calidad de sus productos o servicios. Un sitio web con errores ortográficos o de traducción, puede ver reducidas sus ventas hasta en un 50%; es por esta razón que recomendamos llevar a cabo una auditoría lingüística de una página web.

De la misma manera que estos errores afectan al usuario, lo hacen al posicionamiento web en buscadores (SEO). Esto puede ocurrir cuando no se realiza una buena revisión de la traducción de palabras clave (Keywords) a otras lenguas. Google penaliza estos errores de traducción en su algoritmo de posicionamiento.

La viralidad de los errores lingüísticos

Hoy por hoy estos errores tienen mucha más probabilidad de ser virales, ya que la difusión de contenido a través de las redes sociales es constante. En tan solo un minuto, se generan 72 horas de vídeos en Youtube, Google recibe 4 millones de peticiones de búsquedas o se envían más de 277 mil tuits. ¿Casi nada, no? Si se publican contenidos web con errores o malas traducciones, es muy probable que los usuarios se hagan eco, perjudicando la imagen de marca de forma inmediata.

El efecto multiplicador tipo “bola de nieve” en las redes sociales, así como la imposibilidad de controlar o eliminar los contenidos una vez que han entrado en el circuito, son factores de los que debemos ser conscientes y que sugieren la conveniencia de revisar muy bien nuestros contenidos antes de publicarlos.

Algún ejemplo de errores de traducción, cómo una escasa revisión de traducción, es el caso de la web MonDocteur. Realizaron una traducción automática de sus contenidos web a través del traductor de Google Chrome y el resultado les jugó una mala pasada. Se tradujo del francés hacia el castellano una frase de forma poco acertada, hecho que se hizo viral en pocos minutos en Twitter.

La frase original «Des experts passionnés qui se donnent à fond pour vous» cuya traducción automática fue: «Expertos apasionados que se dan por el culo para usted». En realidad, la correcta traducción al castellano sería algo así como «Expertos apasionados que lo dan todo por ti».

Ante esta situación, ¿qué se debe tener en cuenta?

  • Si deseas hacer una difusión multilingüe de tus contenidos, recurre a traductores profesionales especializados.
  • A la hora de redactar cualquier tipo de contenido, cuenta con los conocimientos de un revisor cualificado que revise la versión final del texto antes de presentársela al consumidor.
  • Si vas a publicar en las redes sociales, contrata a personal que esté cualificado y que sepa redactar correctamente. 

En ATLS, nos tomamos muy en serio la imagen de marca de nuestros clientes, por eso cuidamos al detalle nuestras traducciones. ¿Necesitas traducción web? Deja el multilingüismo en las mejores manos.

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Escrito por ATLS

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