Tenemos el certificado de calidad más exigente

CERTIFICADO CALIDAD MÁS EXIGENTE

ATLS tiene el certificado de calidad más exigente a nivel internacional: la ISO 17100:2015. Pero, ¿qué quiere decir? Significa que nuestros procesos de traducción respetan los estándares de calidad internacionales y reciben un control periódico para ofrecer siempre la mejor traducción a nuestros clientes.

Respetar esta norma internacional conlleva un minucioso control de los traductores, los revisores, los gestores de proyecto, así como del proceso de preproducción, de traducción y de posproducción.

Los recursos

ATLS® colabora solo con traductores nativos, que combinen formación y experiencia, y que hayan superado una o más pruebas de traducción iniciales. Nuestros lingüistas son seleccionados con la máxima atención y tienen al menos uno de los siguientes requisitos:

  1. Grado en traducción en una institución de educación superior reconocida.
  2. Grado en otra disciplina, en una institución de educación superior, y más de 2 años de experiencia profesional a tiempo completo como traductor/a.
  3. Unos 5 años de experiencia profesional a tiempo completo en traducción.

El certificado de calidad más exigente en los procesos de traducción

El proceso de traducción, según la norma ISO 17100:2015, incluye una revisión, realizada por un profesional distinto al que ha llevado a cabo la traducción. Además, en traducciones más específicas o complejas, se puede añadir un tercer control, la corrección de un tercer especialista. Este punto es importante, así que lo detallo a continuación para que se entienda bien este proceso.

  • Traducción: Realiza la traducción un traductor con las competencias adecuadas (si es un texto de marketing, por ejemplo, el traductor será nativo de la lengua de destino y especializado en el área de marketing). Éste traduce los documentos de un idioma de origen a otro de destino, de acuerdo con el sector y estilo acordados, con precisión semántica, sintaxis, ortografía, léxico y signos de puntuación adecuados. Al terminar su trabajo, realiza una autorrevisión global del resultado final.
  • Revisión: Una persona diferente del traductor inicial, y con competencias en los dos idiomas (origen y destino) revisa la traducción. Busca y corrige los posibles errores, teniendo en cuenta el objetivo del cliente.
  • Corrección de concepto: En algunos casos, se puede añadir otro control de calidad adicional, realizado por un profesional experto en la materia, en el que se evalúa la adecuación del contenido de la lengua de destino y a la finalidad. Estos casos se realizarían para traducciones legales o médicas muy específicas, que requieren de máxima precisión técnica en la traducción.
  • Corrección de prueba: Cuando se traduce un documento que posteriormente se maquetará en algún formato como InDesign, PhotoShop o PDF, realizamos un control adicional de la maqueta final, para comprobar que no se hayan cortado palabras o frases que quiten el sentido de la traducción.

Si deseas conocer un poco más sobre nuestros servicios de traducción, te invito a que visites nuestra web.

Stefania Romano
Translation Vendor Manager

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Escrito por ATLS

Empresa de traducción y marketing digital
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